Cataluña ante la sombra del narcoestado: riesgos, resiliencias y retos criminológicos
En los últimos meses, Cataluña ha vivido operaciones policiales de gran envergadura contra redes de tráfico internacional: desde la detención de once integrantes de una organización con epicentro en Barcelona y conexiones en Ibiza, hasta macrodispositivos con más de 400 agentes en las demarcaciones de Girona y Barcelona. Al mismo tiempo, se han descubierto mecanismos de infiltración en la cadena logística: el 30 de julio de 2025 se desarticuló una trama que extraía cocaína del puerto de Barcelona, con detenciones y prisión preventiva para varios implicados. Este contexto invita a una reflexión serena, basada en datos, sobre el alcance del crimen organizado en nuestro territorio.
El papel de los puertos es clave. Según datos recientes, Barcelona fue el quinto puerto de entrada de cocaína en Europa en 2024, un indicador que sitúa a Cataluña en las principales rutas globales y exige reforzar la gobernanza de la seguridad en infraestructuras críticas. Paralelamente, el Govern ha anunciado el avance competencial para que los Mossos d’Esquadra asuman la autoridad de seguridad en puertos y aeropuertos, una medida que puede alterar el mapa operativo del narcotráfico.
A escala urbana, el fenómeno de los narcopisos ha experimentado cambios significativos: Barcelona ha intensificado los desmantelamientos (más de 70 puntos de venta y consumo en el primer semestre de 2025) y barrios como el Raval han pasado de inmuebles degradados a viviendas reformadas, con el impacto social e inmobiliario que ello comporta. La cuestión de fondo, sin embargo, persiste: ¿cómo contener el mercado ilícito sin desplazar el problema ni cronificar el daño en los vecindarios?
Esta jornada propone debatir con rigor si los indicadores disponibles justifican hablar de “narcoestado” o si, más bien, Cataluña opera como una plataforma logística disputada por redes transnacionales. Lo haremos con una mirada interseccional (policial, judicial, académica y periodística).